Don Antonio Ochoa Ramos nació el 11 de febrero de 1941 en Arroyo Frío, Jamao, provincia Espaillat. Hijo de emigrantes extranjeros: su padre, Ignacio Ochoa Pastor, de nacionalidad española proveniente de Soria, España, y su madre, Juliana Ramos, procedente de Venezuela, de la ciudad de Pedernales, en el Delta del Orinoco.

El menor de diez hijos (Bruno, Toribio, Balbina, Hilario, Ignacio “Tito”, Juliana “Cuca”, Simón, Jesús María y Cristóbal) que procreó el matrimonio Ochoa Ramos.

Don Antonio Ochoa Ramos cursó sus estudios en el Instituto Politécnico Loyola (IPL) de San Cristóbal. A los 14 años se trasladó a Santiago de los Caballeros para trabajar junto a su hermano Hilario Ochoa, quien se convirtió en su mentor. Trabajó junto a él durante ocho años, realizando diversas labores en el negocio de madera que tenían.

Impulsado por su hermano Hilario —quien al retirarse lo deja al frente del negocio—, se independiza a la edad de 22 años, iniciando así su carrera empresarial independiente. Incursiona en la fabricación de blocks y agregados, invirtiendo en tecnología para la automatización de dichos procesos, lo que le permitió eficientizar su producción e incrementar la productividad. De esta manera, fundó Ochoa Hermanos Materiales de Construcción.

Posteriormente incursionó en el negocio de ventas de vehículos en la década de los 70, con un local ubicado en Las Colinas, Santiago de los Caballeros. Tiempo después, regresó al negocio de ferretería y materiales de construcción a finales de esa misma década. Desarrolló la importación de madera, la distribución de cerámica a gran escala y la expansión hacia el ámbito industrial, con el negocio de minas, gravilla, arena y otros agregados.

En 1987 regresó al negocio de vehículos, actividad en la que mantuvo hasta su fallecimiento el 7 de octubre del año 2022.

Don Antonio Ochoa desarrolló un modelo de negociación en el que el cliente estaba en el centro del diseño de los procedimientos. Pensando en ellos, diseñó políticas de cobros y de ventas que le permitieron crecer, mientras desarrollaba relaciones cercanas y duraderas.

Con su estilo de vida austero, tanto en lo personal como en lo empresarial, se convirtió en el dealer multimarcas número uno de la República Dominicana, ganándose el respeto y la admiración de todos los importadores de vehículos del país